Ahora si voy con el tema que se me volvió a olvidar, pero fíjense no hay peor olvido que el que se olvida de lo que se olvidó. Que olvido tan exquisito el de la gente. Olvidan sus hijos, sus trabajos, sus citas, sus carros en los estacionamientos, su dinero y hasta el dinero de los demás. Pero como se te van a olvidar tus cosas es fatal. Hay gente que les cortan la luz y el agua de la casa, se enojan, pelean, pero coño si no la pagaste, como si el aire acondicionado esta prendido a ti se te va a olvidar que eso trabaja con luz y si te bañas se te va a olvidar que el agua se paga. Llegaste del trabajo esbaratao’ a darte un rico y placentero baño, cuando abriste la ducha, uffff se jodió el agua y no se fue un ratito nooo, te la cortaron y para acabar de joderse es Viernes en la tarde, tienes que esperar al Lunes. Y cuando no hay luz ni agua es que te da más calor y más sed. Es como si la mente supiera que estas jodido por tu olvido y quisiera estrujarte en el pecho que estas del carajo como decimos en buen puertorriqueño. Recuerdo cuando el huracán Hugo y Georges que fue una hecatombe no había nada de nada, hasta a Ponce fue a tener mami con tití madrina a comprar hielo y agua desde San Juan. Porque como siempre se olvidaron que había que guardar para la posteridad, claro también fueron muchos días sin agua y sin luz y la familia era grande y con muchos nenes chiquitos. Lo chévere fue cuando llegaron esos cobros de luz y de agua tan altos como si hubieras usado luz y agua durante, en y antes del huracán. Fue horrible, recuerdo como quedo la escuela donde estudiaba y lo mucho que se tardaron en remover los árboles que se cayeron todos, a ellos también se les olvidó. Pero como olvidar a tus hijos en un automóvil, a ti no se te olvido que lo llevaste en tu vientre nueve meses como lo vas a olvidar en un auto con el calor que hace en este país y no solo eso es que es inconcebible que algo así suceda. Aquí eso fue como una moda todo el mundo dejaba los chicos en los autos, y la excusa…Dios mío es stress, es que tengo tantas cosas en la mente. Nada que la rapidez que es una virtud, engendra su peor vicio, la prisa, que es quien nos lleva a cometer estos horrores casi sin darnos cuenta. La bendita prisa con la que andamos todos en esta isla. Lo más feo es que esa prisa no te va a devolver a tu chiquito, si por tu olvido queda dentro de ese auto a mas de cien grados de tempertura. Ojala pudiera meterme por dentro de la gente, pero es mucho pedir además no creo que quepa dentro de alguien. En las gasolineras veo como dejan a los chicos en lo que pagan dentro del auto, gente este país se jodió hace rato y cuando un canalla te va a robar el auto no saca al nene y lo deja en la calle, se lo lleva y con suerte lo encuentras al otro día y solo fue un susto. Gracias a Dios todavía no he leído ni visto de algún pillo que sea tan hijo de puta de hacerle daño a un chiquito mejor dejan el auto abandonado. Otro olvido, cuando estas trabaja que trabaja y esperas tu chequecito jugosito y el día de pago te faltan horas, el gran olvido ¿y esperar a la otra quincena para cobrarlas? ¿Porque? Si a mi no se me olvido venir a trabajar, y mucho menos lo que tenia que pagar con ese dinero. Ni los bancos, ni las utilidades saben de que no cobre lo que se suponía, solo que hay que pagar y hay cosas que no son negociables, el dinero trabajado no es negociable y no se permiten olvidos. Hablando de olvidos me estoy acordando que mi papá nunca recuerda que edad tengo, me molesta tanto eso, como se te va a olvidar la edad de tu primera hija, me pregunto será que todos los hombres son así o es solo él. Nunca he conocido alguien tan elegantemente olvidadizo, con la tranquilidad que me dice “oye mija y que edad tienes ya” me dan deseos de metérmele por dentro. Carajo papi a mi no se me olvidan las fechas de cumpleaños de nadie. Pero ese es el problema, que a veces pretendo que todo el mundo sea como yo y eso no puede ser y siento frustración al no saber, si es que en realidad es olvido o falta de interés. Es que hace tiempo que dejó de interesarse por ciertas cosas. No debo juzgarlo, pero lamentablemente de esa manera lo veo. Aunque cada vida es un tambor y cada cual lo toca al ritmo que le gusta. Quizás tengo que aprender que lo que es importante para mí, para el no lo es. Perdóname papi pero sabes que soy así, y aun así te amo. Alguna vez mi madrastra me dijo que escribiera un libro de mi vida porque iba a ser un best sellers y yo me reí, bueno quizás este no llegue a ser un best sellers, pero me lo estoy disfrutando desde que empecé a escribir, es verdad que me tarde diez años en decidirme a hacerlo, pero imagínate hace diez años que no hubiera podido escribir de estas cosas porque no habían sucedido. Además la gente que antes he mencionado ni siquiera sabían que iban a ser motivo de conversación y controversia en el país. País que mi madrastra solo conoció por unos meses durante el 1991 y que sigue siendo el mismo Macondo de esos días, del que se fue otra vez para su Minessota fría y sin sabor porque no podía más con los mosquitos, el calor y la ausencia de su familia. Al que Dios se lo dio, San Pedro se lo bendiga. Para que vean que las oportunidades nunca se pierden pues otro las aprovecha. Papi aprovechó el tiempo para echar adelante una familia, que aunque no era la suya, lo apoyó a él en otro país y con otro frío. Mi madrastra y él han criado no sé cuantos nietos que en su debido momento sabrán agradecer cualquier cosa que ellos hayan hecho por ellos, para que crecieran en otro ambiente libre de maltratos. Ella es muy sabia, dentro de todo de ella aprendí un proverbio muy cierto “dame pescado y comeré por hoy, enséñame a pescar y comeré por siempre”. Cuando leí esto en el espejo de su casa dirigido a mi papá, me di cuenta que algo pasaba y que ella estaba gritando auxilio de una manera muy inteligente y después de ese día estuvo aquí en la isla una semana mas y se fueron a Minessota. Estado que visite en el 1993, pero Minessota is so nice, too much beautiful, but nothing like my Puerto Rico. El que opine lo contrario es porque no nacio aqui, en la isla del espanto, perdon, del encanto.
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